miércoles, 14 de noviembre de 2012

Fi(n)bonacci

YO, te amo
Mierdades nos alejan
Pero vacilan 
Mi crepasión oh niño único y total
Soy el mismo viento que rechinan todas las notas
Canto y nos miramos
Déjame comer de repente
En una charca grandísima
En los soberbios cerdos
Que no estiman ni sacian
En lo breve del humanal
Que crece dormido
Que,
olvida imaginar
Lo surrealista
De sus “foto de familia”
Ninguna historia sino es: YO
La veta de todo ESO
TODO HIPOEMA
Tal acérrima voluntad
de la bala liberada
Y/O y los líquidos ángulos, somos
agua sobre agua
El Rítmico Espiral
Sustancia aérea, toda
mi armonía pluridimensional
Me amo morbosa unidad
Que da luz al YO en el YO
Vibrando inmedible conciencia
Burlando sentidos divisorios impuestos
Hijo mío, soy YO, prodigo retorno
Experimentados en sí
Eyacula espiritual la médula
del saber
Mínima gota vibra absurda
Saberse engañada
Ahora parido por mí, YO
OFF O/Y ON
Ocurro.

lunes, 5 de noviembre de 2012


No sé quién sOY
No sé sOY quién
No quién sOY sé
No quién sé sOY
No sOY quién sé
No sOY sé quién
Sé quién no sOY
Sé quién sOY no
Sé no quién sOY
Sé no sOY quién
Sé sOY no quién
Sé sOY quién no
Quién sOY no sé
Quién sOY sé no
Quién no sé sOY
Quién no sOY sé
Quién sé no sOY
Quién sé sOY no
sOY no sé quién
sOY no quién sé
sOY sé quién no
sOY sé no quién
sOY quién no sé
sOY quién sé no

viernes, 2 de noviembre de 2012

El Viaje


Tengo amigos. Me alzan la mano cogiéndose la oreja, es un código delicado que no entiendo, pero nos diferencia, soy importante. El calor que prende la hierba no me da miedo, sí los autos, y unos tipos con resorteras que me hacen correr con piedras, me ponen el corazón en la boca hasta llegar a mi huarique. No quiero recordar a mi amiga, ella sí sabía correr, una vez me persiguieron esos tipos de las resorteras y no la vi más. En la noche no están pero los zorrillos y los gatos... a correr también, justo cuando tomo el fresco de la noche y la luna como sombrilla que me gusta, huyo a mi huarique. He cruzado la pista, lo confieso, sí, de curioso, no creía eso que dicen que en las casas de donde vienen esos tipos de resorteras viven también lagartijas. Hay días que salen afiebrados a los autos y se marchan todos para volver mojados, una vez a la semana casi, a veces veo que una vez al mes. Son raros estos, si por el calor a diario me meto al charco, con razón me persiguen como poseídos. Una vez por esperar que bajara mi comida de la rama, me agarró uno de ellos, tenía pelos en la cara!, me midió y dijo: Microlophus peruvianus, dibujó algo y me soltó, yo encolerizado que me llame así. Siempre pensaba: me iré a esa casa. Un día fui y no había nadie, mentirosos, aquí no hay amigos, me regresé casi volando. Le conté a un viejo que ya no sale de su cueva y que le falta una pata por salir tanto según él, me dijo: busca en los cuadros, en los relojes… no entendí. Me olvidé comiendo abejas. Esa tarde volví a mirar las casas solas de esos locos con resorteras, crucé la pista sin mirar, me metí a ver los cuadros, en ninguno habían amigos, aquí no hay nadie, vi el reloj pero no habían amigos, me acerqué y salté en el cuadro para irme, de repente sonó que corrían y por arriba salió un amigo, ¡increíble!, nos miramos, “qué haces” me dijo, que haces aquí le dije, “vete es mi cuadro, y el reloj está ocupado”, yo no soy de aquí repliqué, vivo en la tierra cruzando la pista, allá habemos varios, ¿cómo te llamas?, y sonó la puerta y gritó un niño y me fui con el corazón en la boca de la casa, crucé la pista y a mi huarique aturdido. Al día siguiente con el sol en la sien, miraba a lo lejos la casa de los resorteras, orgulloso de saberlo me decía: allá tengo un amigo.

Pez


Papá es tu nombre
Conduciendo y tú sentado
Olía campesino
Ondeaban los flecos de tu chompa cansada de lavarse
En Lima no es el frió
sino el apuro en que te ando
por el que postergas las duchas que cuando son
las celebramos con medio pollo y agua mineral por la diabetes
no hijo no padre, patas
en  la risa, y de memoria recitamos
el chiste que nos une
y existimos juntos en lo secreto
del sazonado dejo, de la repetida anécdota
la deformada hazaña que te inflama la tráquea piurana,
diapasón norteño
única costa que hay
yo que “sé” por leer
tú que lo sufriste
yo que “escribo” lo vivido
tú que vives lo escrito
La música que escuchaste
Las películas de cine negro
La manera en que bailaste
sí son las mejores Papá
sino mírame sentado
Embarazando el tráfico con un auto que no necesitas
De terno y profesión colgada en un cuadro de la sala de mi casa
allá del calor y ventilador frustrado
Te llevo a que te embarques y cantas
“aquí solo manejan los cojudos y los locos
pero los locos saben manejar…”
Condenas con esa humildad forjada por mi culpa y mis hermanos
y cuando discutimos, con tus ojos gritas mis libros embolsados
mi rebeldía de salón y terno made in china
Papá, yo te … , como se dice?
Y hueles a pescado, a chicha
y te espero cuando te vas y cuando llegas te espero
En el auto que huele artificial, el olor que me dejaste
lo vuelvo a despreciar con mi mano de colonia
y con la otra que tiene tus marcas de antiguo padre
enciendo el carro para irme
a la pecera que es mi vida
a ser Lima de nuevo
cuando acaba la función
y recogen la ciudad
pienso en ti
mero murique