miércoles, 8 de septiembre de 2010

Así, bien

Avezada la pena afilada en mano, relieva a lo alto mi piel con signos... de vida, ¿quién los borra?, que más da, igual las llamas se reirán de todo, y mi cine sigue siendo el mejor para sentirse quemar. Ni el agua alivia cuando se muere de extrañar, la sal mas cruda endulza poquito al masticarme el miedo, esas huestes de intenciones buenas, simulan dientes, cual vaivén de tus deseos laceran mi congoja, mojando escarlata el sillón de tu lástima... verme mirar que sorbo amargura de infusión, que bien huele esta soledad si no me deja, rio de la luz, la comida..., sí la como, la como, sí, pues no hay dolor sin carne que lo aguarde, en orden, tolera, insiste, tolera, vayamos lento, terapia, horario, cuidado, y todo dolerá bien.

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