domingo, 25 de abril de 2010

parar viviendo

despierto a la luz, el dolor no ahoga, no duelo, pero arrastra, y me tiene encerrado, en la calma perdida, en la razón sin conciencia, lógicamente que veo, que aprendo y también huyo, no salgo de mi entonces, hay dolor, que dolor, preguntarme y no querer responderte, como duele y no tanto, como mata y no tanto, corriendo en la casa, en el cuarto de al lado, mirando los osos de azul sin la luna, no espero un sonido que alarme el capricho, no llega ni encima la razón mas bien he dicho, cual es sino mi ilusión si mi vida un acertijo, no me atrae lo pleno y sí lo de enfrente, lo que a veces admiro y ayer ni miré, ahora quiero un después primero que el antes, una cárcel sin llave es mas agria que el candado y la clave, no tengo temor a matarme del cuerpo, el terror es a irme sin puesto, sin una pizca de vida o un cuento que dar, el sonido mas lúgubre al menos me alegra, si es mío y en tu oído al menos recuerda algún viernes de noche, que hubo mas alma que carne en mi nombre, y el dolor que no duele no muere si en licor no muere, saliva en tu mente y no me entiendes y la vida aún me duele, no el dolor si la vida sin saber vida, me tengo al menos algo, en paciencia la vida transita, y acordamos a veces, darnos tregua en la lucha e ir por fuerza a ver quien se cansa y la vida se lleva, caminar es preciso pues el llegar me duele, si aguardo muero, si me paro no existo, como duele, vivir y no parar, parar viviendo.

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