sábado, 5 de febrero de 2011

Audífonos

El niño que juega conmigo se ha ido, otra vez lo busqué arrimando las sandalias debajo de cama y creía verlo, pero solo era la visión de mi empeño en hallarlo… frio infernal de verano, la pista refleja el ardor de esa gente envejeciendo a mi ritmo, y así como la raza es testigo del clima, tus labios solo prueban que soy gris, de muerte. Inquirieron por ella, y sin saberlo, inventando el sueño del que nació invidente, canté a los arboles la pena, la vida y un solo día de lluvia cuyas gotas apuestan a mis ojos ganar, no han habido mejores hombres que los que lloran en la calle por la nariz, de esas estrellas negras nadie habla, ni importan a los sabios, porque los que leen en la noche y mienten en el día, se mueren a solas, nunca me dijiste oh señor que el amor sobre todo no trae paz.

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